He estudiado
Bioquímica y luego hice una maestría en Medio Ambiente. Desde hace más de 20
años que me dedico al cuidado y protección de nuestro medio. Trabajé casi una
década en organismos oficiales y cuando nació mi segunda hija inicié mi carrera
independiente abriendo una consultora ambiental y un laboratorio de análisis
ambientales.
- ¿Cómo llegaste a la fotografía de la naturaleza?
La fotografía es una
herramienta de uso diario en la evaluación de ecosistemas y medios
antropizados. Monitoreos, líneas de base y análisis del entorno entre otros, se
sustentan en los registros gráficos del antes y después. Es así que la
fotografía ingresa a mi vida como soporte técnico de análisis. Por años hice la
fotografía documental que necesitaba para mi trabajo sin ningún conocimiento,
sólo disparando. Y no sé bien en qué momento me enamoré de ella y decidí
estudiar su técnica para empezar a hacer otro tipo de fotografía. Hace cuatro
años entré en este mundo del “dibujo con luz” y poco a poco me fue atrapando
cada vez más, al punto que hoy paso casi todo el día en “modo fotográfico”
pensando en las nuevas fotos que quiero lograr hacer, saliendo a hacerlas y editándolas.
- ¿Cuáles han sido tus mejores experiencias a lo largo
de tu carrera como fotógrafa? ¿Y las peores?
Estoy completamente enamorada de esta
actividad que me lleva a recorrer el mundo, me brinda experiencias increíbles,
me da momentos de introspección únicos y la posibilidad de expresar mis
sentimientos y preocupaciones, me conecta con lo natural y me permite crear,
que me ha dado tantos amigos y gente querida. No he encontrado aún en este
romance, nada que pudiera empañarlo.
- ¿Qué es lo que más te gusta de la fotografía?
Lo que más me gusta de
este tipo de fotografía, es la posibilidad de estar en contacto íntimo con la
naturaleza, poder expresar en imágenes lo que siento al momento de la captura,
o lo que está sintiendo el retratado. Poder inmortalizar ese momento,una
mirada, un gesto, ese instante que no se volverá a repetir, para poder
transmitirlo a todos los que lo quieran ver intentando conmoverlos.
- ¿Como fotógrafa de la naturaleza estás implicada en
la conservación del medio ambiente?
Llego a la fotografía
de naturaleza a través de mi compromiso con el medio ambiente. El desarrollo de
mi actividad laboral diaria, me permite trabajar con empresarios e
interlocutores de organismos ambientales estatales, pero me faltaba algo, alcanzar
a la gente corriente por fuera de este nicho. Muchos cambios ambientales se dan
por la fuerza impulsora de la comunidad, que reclama modificaciones a los
estándares de calidad ambiental, presionando por sobre las instituciones. Mi
fotografía hoy apunta alcanzar a la sociedad, intenta transmitir un mensaje,
generar en quien la mire alguna sensación o reflexión sobre lo que está viendo,para
así sensibilizar sobre la importancia del cuidado urgente del medio ambiente y
sus componentes.
- ¿Por qué crees que es una minoría el número de
mujeres que practican fotografía de la naturaleza?
Hay varias aristas que
determinan que haya menor número de mujeres que se dedican a esta rama de la
fotografía. Por un lado, la mujer aún sigue ocupando un rol preponderante en el
desenvolvimiento familiar. Yo puedo ahora dedicarme porque mis hijas están más
grandes y se quedan de buena gana con su papá. Pero mientras fueron pequeñas no
me gustaba alejarme de ellas y me dediqué a su cuidado full-time. La fotografía
de naturaleza en muchas ocasiones está aparejada a un grado importante de
incomodidades.Para poder internarte en la naturaleza, entrar en su ritmo y
escuchar su mensaje hay que madrugar mucho, pasar días en condiciones precarias
soportando las inclemencias del clima, la convivencia con insectos, la falta de
comodidades básicas. A esto se le suma que generalmente hay que circular con
equipos grandes y pesados. Estas cuestiones sumadas al rol de la mujer dentro
de las familias desalientan a muchas a sumarse a esta actividad tan hermosa.
Hacer fotografía de naturaleza requiere
de mucho trabajo de planificación, sacrificios, paciencia, perseverancia y
sobre todo pasión. Si estás dispuesta a renunciar al tiempo permaneciendo en el
lugar elegido lo que haga falta, si podés soportar las inclemencias e
incomodidades que surjan para inmortalizar aquello que amas en el sensor, si
tenés la capacidad de sobreponerte a todo, seguramente llegarás a conseguir
hacer las fotos que estás soñando. El camino no es fácil, pero la gratificación
es tan grande que vale la pena vivirlo.
http://www.fotonat.org/ficha.php?action=principal&user_id=7363
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