sábado, 7 de marzo de 2020

8M. Mujeres fotógrafas: Entrevista a Adriana Claudia Sanz

Adriana, ¿A qué te dedicas profesionalmente?
He estudiado Bioquímica y luego hice una maestría en Medio Ambiente. Desde hace más de 20 años que me dedico al cuidado y protección de nuestro medio. Trabajé casi una década en organismos oficiales y cuando nació mi segunda hija inicié mi carrera independiente abriendo una consultora ambiental y un laboratorio de análisis ambientales.


- ¿Cómo llegaste a la fotografía de la naturaleza?
La fotografía es una herramienta de uso diario en la evaluación de ecosistemas y medios antropizados. Monitoreos, líneas de base y análisis del entorno entre otros, se sustentan en los registros gráficos del antes y después. Es así que la fotografía ingresa a mi vida como soporte técnico de análisis. Por años hice la fotografía documental que necesitaba para mi trabajo sin ningún conocimiento, sólo disparando. Y no sé bien en qué momento me enamoré de ella y decidí estudiar su técnica para empezar a hacer otro tipo de fotografía. Hace cuatro años entré en este mundo del “dibujo con luz” y poco a poco me fue atrapando cada vez más, al punto que hoy paso casi todo el día en “modo fotográfico” pensando en las nuevas fotos que quiero lograr hacer, saliendo a hacerlas y editándolas.

- ¿Cuáles han sido tus mejores experiencias a lo largo de tu carrera como fotógrafa? ¿Y las peores?
Estoy completamente enamorada de esta actividad que me lleva a recorrer el mundo, me brinda experiencias increíbles, me da momentos de introspección únicos y la posibilidad de expresar mis sentimientos y preocupaciones, me conecta con lo natural y me permite crear, que me ha dado tantos amigos y gente querida. No he encontrado aún en este romance, nada que pudiera empañarlo.


- ¿Qué es lo que más te gusta de la fotografía?
Lo que más me gusta de este tipo de fotografía, es la posibilidad de estar en contacto íntimo con la naturaleza, poder expresar en imágenes lo que siento al momento de la captura, o lo que está sintiendo el retratado. Poder inmortalizar ese momento,una mirada, un gesto, ese instante que no se volverá a repetir, para poder transmitirlo a todos los que lo quieran ver intentando conmoverlos.


- ¿Como fotógrafa de la naturaleza estás implicada en la conservación del medio ambiente?
Llego a la fotografía de naturaleza a través de mi compromiso con el medio ambiente. El desarrollo de mi actividad laboral diaria, me permite trabajar con empresarios e interlocutores de organismos ambientales estatales, pero me faltaba algo, alcanzar a la gente corriente por fuera de este nicho. Muchos cambios ambientales se dan por la fuerza impulsora de la comunidad, que reclama modificaciones a los estándares de calidad ambiental, presionando por sobre las instituciones. Mi fotografía hoy apunta alcanzar a la sociedad, intenta transmitir un mensaje, generar en quien la mire alguna sensación o reflexión sobre lo que está viendo,para así sensibilizar sobre la importancia del cuidado urgente del medio ambiente y sus componentes.


- ¿Por qué crees que es una minoría el número de mujeres que practican fotografía de la naturaleza?
Hay varias aristas que determinan que haya menor número de mujeres que se dedican a esta rama de la fotografía. Por un lado, la mujer aún sigue ocupando un rol preponderante en el desenvolvimiento familiar. Yo puedo ahora dedicarme porque mis hijas están más grandes y se quedan de buena gana con su papá. Pero mientras fueron pequeñas no me gustaba alejarme de ellas y me dediqué a su cuidado full-time. La fotografía de naturaleza en muchas ocasiones está aparejada a un grado importante de incomodidades.Para poder internarte en la naturaleza, entrar en su ritmo y escuchar su mensaje hay que madrugar mucho, pasar días en condiciones precarias soportando las inclemencias del clima, la convivencia con insectos, la falta de comodidades básicas. A esto se le suma que generalmente hay que circular con equipos grandes y pesados. Estas cuestiones sumadas al rol de la mujer dentro de las familias desalientan a muchas a sumarse a esta actividad tan hermosa.

Hacer fotografía de naturaleza requiere de mucho trabajo de planificación, sacrificios, paciencia, perseverancia y sobre todo pasión. Si estás dispuesta a renunciar al tiempo permaneciendo en el lugar elegido lo que haga falta, si podés soportar las inclemencias e incomodidades que surjan para inmortalizar aquello que amas en el sensor, si tenés la capacidad de sobreponerte a todo, seguramente llegarás a conseguir hacer las fotos que estás soñando. El camino no es fácil, pero la gratificación es tan grande que vale la pena vivirlo.

http://www.fotonat.org/ficha.php?action=principal&user_id=7363

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